Los conflictos laborales pueden desatarse por múltiples causas: malos entendidos, roce entre empleados, situaciones personales, falta de cumplimiento en los procesos, falta de compresión, entre otros.

  1. No importa el origen, resulta necesario evitar como mediador ponerse de parte de alguno de los involucrados, esto solo aumentará el problema.
  2. Resolver el conflicto entre dos o varias personas debe incluir una solución efectiva que impida que este problema se repita o se generalice a otros empleados, no solo se trata de solucionar sino también de contener.
  3. Antes de resolver un conflicto laboral es importante analizar con detalle la situación aclarar cómo se hará, que medios se usarán, crear un plan y un esquema, de este modo parte del camino estará ya recorrido por el mediador.
  4. Para atender el problema se debe actuar directamente, si hay un conflicto entre dos o más empleados se debe convocar una reunión con los afectados para iniciar la negociación, las medidas indirectas normalmente no ayudan a calmar el malestar.
  5. Para resolver un conflicto es importante conocer al personal involucrado y poder determinar si se trata de una situación aislada, o hay alguien recurrente protagonizando todos los problemas, de ser así tal vez ese empleado sea un buscador de disputas, este tipo de casos debe atenderse con mayor cuidado y detalle.